martes, 20 de marzo de 2012

TRANSTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

TRANSTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD
 

Causas ó etiología
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es el problema de salud mental diagnosticado con más frecuencia en varones, los niños con este trastorno son incapaces de prestar atención a una tarea concreta durante un período prolongado, suelen ser hiperactivos o inquietos y, en general, son desorganizados e impulsivos suelen sacar malas notas en la escuela y son lentos para desarrollar habilidades sociales.

DIAGNÓSTICO
Los niños en los que se establece el diagnóstico de TDAH han de presentar varios de los siguientes signos y síntomas hasta un grado considerado como “perjudicial”
• Parece no escuchar.
• Se olvida de las cosas.
• Manifiesta dificultades para seguir instrucciones.
• Tiene dificultades para prestar atención.
• Se distrae con facilidad.
• Parece desorganizado.
• No esta quieto.
• Le es difícil jugar tranquilamente.
• Interrumpe a los demás.
• Se levanta cuando no debe.
• Habla demasiado.
El diagnóstico ha de basarse en una valoración minuciosa para excluir otras posibles causas de las dificultades del niño, se debe incluir información a partir de su familia y maestros y una evaluación por parte de profesionales como por ejemplo un pediatra, un psiquiatra infantil y un psicólogo infantil.

TRATAMIENTO
Una vez establecido el diagnóstico, se dispone de diversas opciones de tratamiento, incluyendo tratamiento conductual, programas de educación especial y medicación.
Padres y maestros han de tomar parte en el tratamiento del niño con un refuerzo
positivo de las buenas conductas, animándole y siendo tajantes en lo que atañe a lo considerado inaceptable. También es efectiva la atención adicional prestada por parte de sus maestros o un menor número de alumnos por clase.
Hasta un 70-80% de niños con TDAH responde a la medicación estimulante, que con frecuencia da lugar a una rápida mejora de los síntomas. Este tipo de medicación contribuye a frenar las conductas impulsivas e hiperactivas, lo que permite al niño concentrarse y aprender.

problemas de aprendizaje
Los problemas del aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar. Son problemas que pueden ser detectados en los niños a partir de los 5 años de edad y constituyen una gran preocupación para muchos padres ya que afectan al rendimiento escolar y a las relaciones interpersonales de sus hijos.

No es nada difícil detectar cuando un niño está teniendo problemas para procesar las informaciones y la formación que recibe. Los padres deben estar atentos y conscientes de las señales mas frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje, cuando el niño:

- Presenta dificultad para entender y seguir tareas e instrucciones.
- Presenta dificultad para recordar lo que alguien le acaba de decir.
- No domina las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.
- Presenta dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda, para identificar las palabras, etc. Su tendencia es escribir las letras, palabras o números al revés.
- Le falta coordinación al caminar, hacer deportes o llevar a cabo actividades sencillas, tales como aguantar un lápiz o amarrarse el cordón del zapato.
- Presenta facilidad para perder o extraviar su material escolar, como los libros y otros artículos.
- Tiene dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiendo el "ayer", con el "hoy" y/o "mañana".
- Manifiesta irritación o excitación con facilidad

Características de los problemas de aprendizaje
Los niños que tienen problemas del aprendizaje con frecuencia presentan características y/o deficiencias en:

Lectura (visión)
El niño acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye, omite e invierte las palabras; Ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez; tiene poca comprensión en la lectura oral; omite consonantes finales en lectura oral; pestañea en exceso; se pone bizco al leer; Tiende a frotarse los ojos y quejarse de que le pican; presenta problemas de limitación visual, deletreo pobre, entre otras.

Escritura
El chico invierte y varía el alto de las letras; no deja espacio entre palabras y no escribe encima de las líneas; Coge el lápiz con torpeza y no tiene definido si es diestro o zurdo; mueve y coloca el papel de manera incorrecta; trata de escribir con el dedo; tiene pensamiento poco organizado y una postura pobre, etc.

Auditivo y verbal
El niño presenta apatía, resfriado, alergia y/o asma con frecuencia; pronuncia mal las palabras; respira por la boca; se queja de problemas del oído; se siente mareado; se queda en blanco cuando se le habla; habla alto; depende de otros visualmente y observa el maestro de cerca; no puede seguir más de una instrucción a la vez; pone la tele y la radio con volumen muy alto, etc.

Matemáticas
El alumno invierte los números; tiene dificultad para saber la hora; pobre comprensión y memoria de los números; no responde a datos matemáticos, etc.

Social/Emocional
El niño suele tener baja autoestima y atención, tiene problemas en el colegio lo etiquetan como mal estudiante o alumno que no quiere estudiar.

Problema de la transferencia de las matemáticas
Por: José Aréchiga Maravillas
Uno de los problemas más comunes en la enseñanza de las matemáticas es la falta de una transferencia adecuada de los contenidos, y muchos profesores comentan que los alumnos no tienen los pre-requisitos o antecedentes necesarios de los niveles anteriores, es decir, que alumnos que terminan la primaria no traen los conocimientos básicos que le permitan continuar con su aprendizaje en la secundaria; de la misma forma -aseguran-, a los alumnos que terminan la secundaria les falta requisitos previos que le permitan su desarrollo normal en el bachillerato. Como se observa, el problema lo endosan a los niveles anteriores, lo cual es cierto, pero no se va al fondo del mismo.
El aprendizaje de las matemáticas debe darse de manera lógica y natural en las siguientes etapas:
  • Primera etapa: Examen reflexivo del conjunto de conceptos matemáticos o ideas matemáticas. Todo trabajo racional se funda en el conocimiento y uso de estas especies de piezas fundamentales que son las ideas o conceptos. Ellas permiten elaborar un conocimiento organizado y posteriormente comunicarlo.
    Gran parte del aprendizaje de las matemáticas aparece asociado al uso de las definiciones, que son expresiones formales de las condiciones necesarias y suficientes que se transforman en reglas oficiales de decisión. A través de estas definiciones se construyen o se formalizan los conceptos o ideas matemáticos. En esta primera etapa se desarrollan habilidades específicas asociadas al manejo de dos aspectos claves: la regla de decisión intelectual (definición), y el conjunto de referencias formado por el uso de dicha regla.
  • Segunda etapa: En ésta, las ideas y conceptos tratados en la anterior se recombinan para generar ciertas construcciones fundamentales que permitan continuar el trabajo hasta cristalizarlo en respuestas concretas a problemas específicos. Estos armados todavía teóricos, constituirán los teoremas, fórmulas, algoritmos, propiedades, corolarios, axiomas, postulados, etc., que se puedan considerar con el nombre de generalizaciones. Estas generalizaciones matemáticas, por su naturaleza estructural, constituyen una propuesta específica de acciones para llevar a cabo bajo condiciones dadas. Un teorema corolario, fórmula o propiedad, señala un camino específico para un trabajo matemático determinado.
  • Tercera etapa: Esta se caracteriza por el juego interactivo, donde una vez conocidas las piezas del juego (conceptos matemáticos) y sus reglas o condiciones (teoremas, fórmulas, propiedades, etc.) se emprende la transferencia en forma de aplicación a las distintas disciplinas (vigor matemático). En esta etapa se vislumbra el aspecto amable y motivante de la matemática, que es uno de los aspectos a tratar, pero no el único e indispensable.

1 comentario:

  1. https://prophecypublishing.org
    El niño presenta apatía, resfriado, alergia y/o asma con frecuencia; pronuncia mal las palabras; respira por la boca; se queja de problemas del oído; se siente mareado; se queda en blanco cuando se le habla; habla alto; depende de otros visualmente y observa el maestro de cerca; no puede seguir más de una instrucción a la vez; pone la tele y la radio con volumen muy alto, etc.

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